El trece es una cifra cabalística, especial: podrá representar para unos buena fortuna; para otros, todo lo contrario. Dentro del Torneo Futbol Clausura 2013 ha llegado el momento de jugar la jornada con dicho número y por las circunstancias que acompañan a Jaguares y a Chivas, mismas que se han generado por su propia mano, podría representar un punto de quiebre en sus disímiles aspiraciones.
Ambos conjuntos llegan a este compromiso en el Víctor Manuel Reyna con el ánimo golpeado, pues, guardando dimensiones, mordieron el polvo de forma dolorosa en su último encuentro de futbol. Jaguares fue sacudido violentamente por el San Luis, último lugar de la clasificación y que antes de ese partido no sabía lo que era ganar en el torneo; Guadalajara "nada más" perdió el clásico nacional como local y, para colmo, arrastrará la baja de un buen número de jugadores clave por un espacio de tiempo considerable.
Con estos resultados, tanto chiapanecos como tapatíos se ven obligados a pisar el acelerador de una vez por todas, urgentemente, si es que desean mejorar su actual situación. Para los locales la cuestión atraviesa por el orgullo y la conveniencia: mejorar su posición en la clasificación, la cual es vergonzosa pues ostentan un triste decimosexto lugar con apenas siete unidades de 36 posibles; y sumar la mayor cantidad de puntos, pues el descenso es un tema que podría volver a inquietarles de cara a los dos próximas campañas.
Mientras, el Rebaño Sagrado dejó escapar una buena oportunidad de afianzar sus posibilidades de calificar a la Liguilla, pues de estar en un noveno lugar, ahora ocupa la onceava posición con 16 puntos. Si bien la distancia que le separa del último de los clasificados a la Fiesta Grande del la Liga MX es de sólo un punto, la competencia que tenía por hacerse de ese privilegio se ha engrosado al tener que dejar atrás a Pumas, Tijuana y Morelia. De no sumar, podrían alejarse mucho más, quizá de forma irremediable.
A nivel cancha, Jaguares ha manifestado una fe enorme, pues a pesar de no mostrar mejoría, su técnico Mexicano José Guadalupe Cruz no se ha cansado de realizar modificaciones. Mismas que van desde habilitar a Gerardo Espinoza como central y buscar mayor dinamismo en su mediocampo, sacrificando un poco la recuperación del balón, con la inclusión del juvenil Mexicano Armando Zamorano como un volante que parte del centro de la cancha hacia el frente, hasta refrescar su colombiana delantera con Jhon Córdoba, en lugar de Franco Arízala, como acompañante de Luis Gabriel Rey.
Aún así, la expectativa de ver un partido abierto, con dos oncenas tiradas hacia el frente por la urgencia de sumar puntos, no se pierde, pues esta es mucho más fuerte y notoria que el frágil e inoperante estado de forma futbolístico de Jaguares y el improvisado once inicial con el que las Chivas tendrán que jugarse el todo por el todo en Chiapas.
Jaguares llega con cinco partidos seguidos sin ganar, empezó el torneo ligando seis, de hecho, sólo cuenta con una victoria en el Clausura 2013: 2-0 sobre Xolos en el Víctor Manuel Reyna.
Chivas sólo tiene una victoria en Chiapas, 4-2 en la Liguilla del Clausura 2006, en total, de 11 visitas sólo en tres rescató el empate.
Los chiapanecos tienen cuatro victorias seguidas sobre los tapatíos jugando en casa, en ese lapso anotaron 10 goles y permitieron solamente uno; en total son seis seguidos sin perder, cinco triunfos y un empate.
Chivas sólo tiene una victoria en Chiapas, 4-2 en la Liguilla del Clausura 2006, en total, de 11 visitas sólo en tres rescató el empate.
Los chiapanecos tienen cuatro victorias seguidas sobre los tapatíos jugando en casa, en ese lapso anotaron 10 goles y permitieron solamente uno; en total son seis seguidos sin perder, cinco triunfos y un empate.