Real Madrid y Borussia Dortmund firmaron un empate muy conveniente para los blancos desde el punto del sorteo de octavos de la Champions, por supuesto. El equipo de Zidane acaba segundo en su grupo y evita a Bayern, PSG y City, que no es poco. No es que los blancos lo buscaran, todo lo contrario, salieron a ganar, pero es de esos empates que no saben nada mal porque el sorteo se pone muy de cara y sigue la racha de partidos sin perder. Con el de esta noche, ya son 34, con lo que el Madrid iguala la racha de Beenhakker.
El Real Madrid, eso sí, demostró que no quería hacer malabares con los números para buscar beneficios en el sorteo. Tampoco el Dortmund y así, ambos no salieron pensando en si era mejor quedar segundo. Jugaron un muy buen partido, con dominio alterno en el que primaba el fútbol de ataque y rápido por encima de cualquier otra cosa. Ninguno de los dos equipos renunció al toque, pero tampoco a la contra cuando era necesario. Se vio un buen espectáculo en un Bernabéu no excesivamente acostumbrado a eso esta temporada.
El Madrid, con Casemiro y James como titulares jugó posiblemente su mejor partido de la temporada ante un Dortmund que no le perdió nunca la cara al partido. De hecho, fueron los alemanes los que comenzaron mandando hasta que el cuarto de hora cambiaron las tornas y con Casemiro y James manejando la medular, el Madrid comenzó a mandar. Llegaba más y mejor que el Dortmund y fruto de ese dominio llegó el tanto de Benzema en el minuto 28 de partido tras un pase excepcional de Carvajal. El Dortmund reacción tras ese 1-0 y el choque pasó a ser del equipo alemán que pudo empatar, pero Keylor lo evitó en un par de ocasiones.
Al descanso se llegó con ese 1-0 y en la reanudación se repitió la historia. El Dortmund mandando y el Madrid marcando de nuevo. Fue de nuevo Benzema que puso el 2-0 en el minuto 53. Parecía que estaba hecho para el Madrid, pero los alemanes reaccionaron y Aubameyang se estrenó en el Bernabéu con el 2-1 en el minuto 60. A partir de ahí, el Dortmund apretó aún más buscando la remontada mientras el Madrid no sabía cómo volver a tomar las riendas del partido.
Zidane buscó con el reaparecido Kroos la frescura en la medular que no tuvo Modric, pero ni por esas el Madrid reaccionaba. Llegaba poco al área germana pero, eso sí, cuando lo hacía era siempre con mucho peligro y con el meta germano haciendo auténticos paradones. El partido era disputado, vibrante, en el que las ocasiones llegaban a las dos porterías. El que estuvo más cerca de marcar fue el Madrid con un balón al poste de Cristiano, completamente desesperado porque se le sigue negando esos dos goles para llegar a los 100 en Europa.
El derroche físico de ambos equipos provocó que cualquier error por ese desgaste acabaría sentenciando a uno de los dos conjuntos. Zidane quitó a Benzema para poner a Morata buscando su rapidez y frescura física para presionar la salida del balón alemana y ayudar en tareas defensivas a un centro del campo muy cansado. Le salió mal la jugada al Madrid porque el Borussia empató en el minuto 88 por mediación de Reus tras un pase de Aubameyang que se fue por piernas de Sergio Ramos en una jugada que nació en un fallo de Marcelo. Un 2-2 con el que acabó un buen partido en el Bernabéu que baja el telón de la Champions hasta febrero.
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El Real Madrid, eso sí, demostró que no quería hacer malabares con los números para buscar beneficios en el sorteo. Tampoco el Dortmund y así, ambos no salieron pensando en si era mejor quedar segundo. Jugaron un muy buen partido, con dominio alterno en el que primaba el fútbol de ataque y rápido por encima de cualquier otra cosa. Ninguno de los dos equipos renunció al toque, pero tampoco a la contra cuando era necesario. Se vio un buen espectáculo en un Bernabéu no excesivamente acostumbrado a eso esta temporada.
Al descanso se llegó con ese 1-0 y en la reanudación se repitió la historia. El Dortmund mandando y el Madrid marcando de nuevo. Fue de nuevo Benzema que puso el 2-0 en el minuto 53. Parecía que estaba hecho para el Madrid, pero los alemanes reaccionaron y Aubameyang se estrenó en el Bernabéu con el 2-1 en el minuto 60. A partir de ahí, el Dortmund apretó aún más buscando la remontada mientras el Madrid no sabía cómo volver a tomar las riendas del partido.
Zidane buscó con el reaparecido Kroos la frescura en la medular que no tuvo Modric, pero ni por esas el Madrid reaccionaba. Llegaba poco al área germana pero, eso sí, cuando lo hacía era siempre con mucho peligro y con el meta germano haciendo auténticos paradones. El partido era disputado, vibrante, en el que las ocasiones llegaban a las dos porterías. El que estuvo más cerca de marcar fue el Madrid con un balón al poste de Cristiano, completamente desesperado porque se le sigue negando esos dos goles para llegar a los 100 en Europa.
El derroche físico de ambos equipos provocó que cualquier error por ese desgaste acabaría sentenciando a uno de los dos conjuntos. Zidane quitó a Benzema para poner a Morata buscando su rapidez y frescura física para presionar la salida del balón alemana y ayudar en tareas defensivas a un centro del campo muy cansado. Le salió mal la jugada al Madrid porque el Borussia empató en el minuto 88 por mediación de Reus tras un pase de Aubameyang que se fue por piernas de Sergio Ramos en una jugada que nació en un fallo de Marcelo. Un 2-2 con el que acabó un buen partido en el Bernabéu que baja el telón de la Champions hasta febrero.
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