En el rincón del aficionado, Jesús Martínez platica las bondades del fútbol mexicano.
@jchuchomartinez - 22/Oct/2014 (20:40 hrs,)
Corría el mes de Mayo del 2012 cuando consiguió su ascenso un equipo que meses después maravillaría a propios y extraños en la primera división con su fútbol bien elaborado y alegre, lleno de variantes. Que en su primer torneo llegara hasta semifinales y después de un segundo mal torneo donde ni siquiera logro calificar a la fiesta grande, conseguiría quedar como campeón con un fútbol tan vistoso que enamoraría a cualquiera. Pero lo sorprendente estaba por venir, pues después de una temporada donde todos le diagnosticaban Campeonitis, de alguna forma logro sumar los puntos necesarios para en la última jornada con calculadora en mano y una cadena de milagros que al final sucedieron, lograra calificar como octavo en la tabla general y con la motivación a tope echar fuera al superlíder y por mucho favorito Cruz Azul, en semifinales a Santos y en la final enfrentar a su hermano Pachuca quien en el primer juego de la Gran final le pasaría por encima y en el de vuelta después de un juego muuuuy aburrido con dos jugadas fortuitas lograra coronarse como el segundo bicampeón en la historia de los torneos cortos.
La fiera estaba de vuelta, Matosas y sus muchachos de mano de las inversiones de Carlos Slim habían hecho historia. Actualmente en el torneo de apertura 2014 junto con Morelia son el equipo que más descalabros ha sufrido en el torneo, 8 para ser exactos. Sin embargo con 5 victorias y 0 empates están cerca de repetir la historia la hazaña del torneo pasado.¿Qué pasaría si León consiguiera el tricampeonato? (Además del éxtasis que habría en la capital del calzado claro está). Lo que pasa es que más que coronarse el cuadro Panza Verde, coronaríamos el mediocre sistema de competencia con que se juega en México.
Veámoslo de manera más fría, con números. Qué pasaría si en el mejor de los escenarios León ganara sus últimos cuatro partidos, calificara, terminara tricampeón y además de eso hoy terminaran todas las ligas del mundo. León terminaría el torneo con 27 puntos, 9 JG y 8 JP. Y apenas el 52.9 % de efectividad. Si el 52.9 %, mientras que en España e Inglaterra (Las denominadas mejores ligas del mundo) seria campeón Barcelona y Chelsea respectivamente con un 91.6 % de efectividad. ¿Impresionante? No lo creo, eso es lo que se necesita para ser campeón y ser considerado como los más grandes en el viejo continente. Por algo son los nombrados los mejores del mundo.
En México les basta con emocionarnos un mes con una ronda de eliminación directa entre 8 equipos llamada liguilla y una larga pretemporada de 17 juegos. Qué pasaría si se cambiara a formato de torneos largos donde el campeón fuera el primer lugar y el descendido el último de la tabla. Muchas cosas cambiarían ¿Verdad?. En ese supuesto quizás el América en esta actualidad seria multicampeón, Chivas habría descendido hace algunas temporadas y el maravilloso León no hubiera tardado 10 años en regresar al máximo circuito. Este sistema de competencia y aunado a su tabla de cocientes para definir al descendido nos sumergen de manera involuntaria en una mediocridad en la que no nos damos cuenta. Cambiarlo obligaría a jugadores, directivas y patrocinadores a mantener el esfuerzo por más tiempo. Porque el esfuerzo se hace pero solo lo necesario para calificar y después ya vemos de a cómo nos toca, cambiarlo nos llevaría a la constancia. En su momento la idea de los torneos cortos fue buena, pero ya caducó. Es tiempo de cambiar.
Si aterrizamos esa idea a nivel internacional tal vez nos caiga el 20 de porque el club de Concacaf que califica a Mundial de Clubes (Que siempre ha sido mexicano), campeona muy fuerte y llega a la justa mundialista muy débil. Y si nos vamos aún más allá a nivel de selecciones, tal vez encontremos muchos Porqués? Saber si el León llegará al tricampeonato, será difícil. Tal vez sea justo merecedor por dominar este sistema de competencia. Para algunos este análisis pueda parecerles malinchista o pesimista, aunque en el fondo todos sabemos que es la cruda realidad.
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”
Albert Einstein
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